El tratamiento de endodoncia se realiza en varias etapas, utilizando tecnología avanzada que permite una mayor precisión y comodidad para el paciente.
El procedimiento comienza con la realización de un CBCT 3D. Un escáner tridimensional en el que vemos la anatomía y número de conductos que tiene la pieza a tratar.
Tras la aplicación de anestesia local, para asegurar que el tratamiento se lleve a cabo sin dolor, comienza la localización de los conductos nerviosos, los cuales han sido localizados previamente en el escáner CBCT 3D.
Este paso es muy importante ya que por ejemplo, en molares, se pueden encontrar tres, cuatro y hasta 5 conductos nerviosos. Al localizarlos previamente en las imágenes se puede preservar mucho más diente.
A continuación, se elimina la pulpa dañada o infectada del diente y se limpian los conductos radiculares para retirar cualquier resto de tejido afectado.
Una vez limpios, los conductos se sellan cuidadosamente para evitar futuras infecciones. Finalmente, se restaura la parte visible del diente con un empaste, una incrustación o una corona, según las necesidades de cada caso.
Gracias al uso de escáneres 3D, instrumental de magnificación de imágenes y radiografías digitales, nuestro equipo garantiza un procedimiento preciso y efectivo, permitiendo al paciente conservar su diente natural.